PALESTINA
Entre el plan soberanista de Hamas y la "solución final" de Israel
Israel aprovecha los brutales atentados de Hamas y obtiene la coyuntura perfecta para aplicar su "solución final" al problema palestino: un Israel únicamente judío, genocidio de por medio. La humanidad no lo soporta, se levanta como no lo hizo ante las Torres Gemelas, pero la política tiene más de leviatanes y maquiavelos que de sentimientos humanos
Debo confesar mi conmoción, las lágrimas en mis ojos. Debo confesar más, y es que he visto decenas de guerras por televisión y otros medios casi con indiferencia, como parte de una humanidad a la que, desde hace un siglo, acostumbraron a pasar en pocos minutos cada página del diario matutito y hoy, en segundos, los TikTok en el IPhone.
El dilema moral de la nación palestina y el pueblo Gazatí es para los filósofos ¿hay muertes peores que otras muertes? ¿hay males peores que otros males? No tengo las respuestas, me atormenta no contar con ellas. Luego la perogrullada: estamos presenciando un genocidio sistemático, quirúrgico, planeado, disimulado y negado por sus perpetradores, y lo estamos presenciando hace dos años.
Las torres gemelas nos conmocionaron el alma, pero la brutal destrucción de dos torres pobladas de seres humanos se produjo en el lapso de dos horas. Inmediatamente después comenzaron las operaciones de rescate, la asimilación-comprensión de lo que había sucedido y el duelo humanitario, de los deudos, de la nación americana, del mundo, en ese orden. Y no hablaré de la colateral Guerra de Irak de George Bush hijo, obsceno negocio petrolero que floreció en medio del dolor humano.
Todos nos conmocionamos con el atentado perpetrado por Hamas el 7 de octubre de 2023, aunque hubo un elemento mediático muy bien utilizado por los terroristas: casi no dejaron imágenes, casi no dejaron huellas de sus brutales crímenes. A sus secuestrados, jóvenes en su mayoría, los hemos visto en fotos previas. Al igual que en el caso de Las Torres, consistió en una acción terrorista que se produjo en el lapso de dos horas y no terminábamos de acongojarnos cuando fuimos obligados a voltear a mirar a las otras víctimas por venir: el pueblo gazatí.
Sería ingenuo y cínico si negase la brutalidad y la crueldad de Hamas, mentiría si negase que estos terroristas se esconden en túneles bajo hospitales y escuelas. No los he visto pero lo creo, ese es su juego, su estrategia de resistencia: utilizar a la población gazatí como escudo.
Luego, lo que viene aplicando Benjamín Netanyahu con mucho mayor eficacia que el propio Adolfo Hitler es una “solución final” para el problema palestino. La infraestructura gazatí ya está destruida, al menos al 90%. Entendámoslo: esto no es casualidad, después está el plan de paz de Trump-Netanyahu que he llamado “el plan del gato por despensero”.
La idea no es que Hamas acepte la propuesta de paz, lo que se busca es que Hamas lo rechace para justificar la absoluta invasión y desplazamiento de la población sobreviviente. Solo queda preguntarse si la desplazarán humanitariamente o no. Pero desde entonces ya no habrá una Gaza palestina y el siguiente paso será Cisjordania o lo que queda de ella.
Un acto terrorista no se justifica jamás, pero en un acto terrorista hay política. El plan de Hamas perseguía una finalidad parecida a lo que está sucediendo pero requería mucho mayor presión internacional de actores como Europa, Rusia y China para avanzar hacia el reconocimiento de la soberanía palestina.
Amagos hubo. La mayoría de representantes de la ONU votaron la soberanía, desairaron a Netanyahu pero seguidamente la delegación de USA aplicó su veto a cualquier iniciativa de reconocimiento del Estado Palestino. El plan demencial de Hamas siguió el rumbo trazado por sus líderes pero sin la fuerza requerida para cumplir con sus objetivos políticos.
Luego, el resultado es el contrario. Israel aprovecha los brutales atentados de Hamas y obtiene la coyuntura perfecta para aplicar su solución final al problema palestino: un Israel únicamente judío, genocidio de por medio. La humanidad no lo soporta, se levanta como no lo hizo ante las Torres Gemelas, pero la política tiene más leviatanes y maquiavelos que sentimientos humanos.
Alguna vez alguien dijo que las masas no ganan las guerras, que las guerras las ganan los ejércitos: por eso lloramos.
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Historiador Daniel Parodi Revoredo
@parodi_revoredo