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40 años de alanismo han sumido al APRA en la peor crisis de su historia

Visitando al APRA

5 apuntes sobre la crisis del Partido del Pueblo en el "Día de la Fraternidad"

Publicado: 2019-02-22


El miércoles asistí a un acto de homenaje a Haya de la Torre en el local PAP de Miraflores por la conmemoración de su nacimiento: 22 de febrero de 1895. Fue mi primera visita a un local aprista tras mi renuncia al PAP el 2017. Fue sin duda agradable conversar sobre Haya de la Torre. Su sobrino Agustín Haya de la Torre hizo un repaso bastante didáctico sobre su trayectoria, la que dividió en 4 etapas; Claudia Ramírez disertó sobre Espacio Tiempo Histórico, planteo con el que Haya desafió temprano el determinismo marxista; Johan Almeida habló de la relación, compleja, entre aprismo y religión. 

Me quedé con la impresión de que en el APRA está aún vigente aquel culto por la palabra que lo caracterizó en el pasado. Pararse a hablar es casi obligatorio en un cuadro partidario, y también saber sobre lo que se habla, y ser capaz de citar autores, o poemas, o fragmentos literarios: como dijo tal ...

Quedó evidenciado también que los buenos militantes apristas -que los hay y no son pocos- no solo comprenden que el alanismo es el peor enemigo de su partido, sino que saben que la disyuntiva está entre salir de él para reconstruir la organización o desaparecer en el corto plazo.

Mi tercera observación es que la cantidad de militantes ha disminuido mucho y con ella también el ímpetu revolucionario. En otras palabras no hay suficientes apristas -podría equivocarme- capaces de desterrar el alanismo, enquistado en Alfonso Ugarte, con medidas de fuerza, cuando se sabe, al mismo tiempo, que buenamente aquel no entregará el control de la institución a quienes quieren purificarla para después renovarla y relanzarla a la sociedad.

Mi cuarta impresión es sobre el público, entre adulto y adulto mayor. Sí hubo jóvenes pero son los menos, y entre ellos, los más, provenientes de clanes familiares apristas. Los mayores son los "bautizados de Haya" en la religión civil del aprismo, los devoto del Jefe, que lo siguen 40 años después de su muerte, ese tipo de seguidores que Alan García no tiene.

Mi última idea es la abnegación de quienes luchan contra el alanismo, como Nelson Vásquez, del colectivo Nuevos Rumbos, grupo que impugnó ante el JNE el congreso interno trucho de hace dos años, o Claudia Ramírez que ha convertido su base sanborjina en un reducto donde todavía se mantienen vigentes los códigos apristas.

Hoy es el aniversario de Haya de la Torre, fecha principal del calendario aprista y habrá cientos de celebraciones en bases partidarias. Es probable que pocas agrupaciones políticas de la actualidad pudiesen hacer lo mismo, pero al mismo tiempo el APRA está a un tris de perder su inscripción, lo que en la práctica supone desaparecer, al menos legalmente, en 2021, pues nadie vaticina la posibilidad de pasar la valla electoral.

El APRA, siempre fue contradictoria, tanto como el Perú y su política, es como el hurin y el hanan de la cosmología andina, esencias antagonistas que los antiguos peruanos supieron mantener juntas. Se respira aún en las bases del PAP el aroma a devoción y clandestinidad del siglo XX pero se adivina la crisis, acaso terminal, tras cuarenta años de alanismo.

El final de esta historia apasionante aún no ha sido escrito. Mientras tanto, Víctor Raúl y aquellas generaciones revolucionarias de antaño se merecen conmemoración y respeto porque fueron perseguidos décadas por el crimen de querer democratizar la sociedad peruana. El honor es todo de ellos.

Twitter @parodirevoredo



Escrito por

Daniel Parodi Revoredo

Máster en Humanidades por la Universidad Carlos III de Madrid, Historiador Docente en U. de Lima y PUCP. Opiniones personales


Publicado en

Palabras Esdrújulas

PALABRAS ESDRUJULAS por Daniel Parodi