La educación está ausente
Acerca del II Gabinete Binacional Perú-Chile
"El trabajo de las percepciones recíprocas es fundamental para que quienes negocien la relación Perú-Chile del mañana no partan de una subjetividad negativa"
Hace unos años comentábamos con amigos diplomáticos la facilidad con que la cuestión del triángulo terrestre (2014) y la del suboficial de la FAP que fungió de espía (2015), derrumbaron la confianza mutua que con tanto esfuerzo peruanos y chilenos construimos durante los años previos a la sentencia de la CIJ del 28 de enero de 2014. En efecto, se trató de un esfuerzo titánico de ambos lados y que saltó, desde las esferas política y diplomática, hacia la sociedad civil, los académicos, artistas etc.
La constatada fragilidad de la integración binacional construida en tiempos del litigio se debió a la potente caja de resonancia que aquellos eventos encontraron en políticos, la prensa y la opinión pública en general. Lo cierto es que requerimos de un cambio de gobierno en el Perú y la toma de poder de Pedro Pablo Kuczynski para acercar de nuevo a las partes y realizar, en apenas dos años, dos gabinetes binacionales.
Cabe resaltar que esta vez hemos retomado el camino de la integración tan rápido como retrocedimos en el periodo 2014-2016. No fue necesario ir paso a paso: lo que hemos hecho es volver a andar la ruta ya trazada por nuestras diplomacias en los últimos años y avanzar vertiginosamente en una importante agenda bilateral.
Estuve en Santiago el mismo día que se realizó el Gabinete Binacional, participando del foro organizado por la PUC del Perú y el Instituto Igualdad de Chile. En dicho evento, José Miguel Insulza, Senador chileno y expresidente de la OEA, señaló que la densidad en la relación entre el Perú y Chile era la mayor garantía para mantenernos en la ruta integracionista. Se refería Insulza al comercio e inversiones bilateral, el desarrollo y la integración fronterizas, a la positiva inserción de la migración peruana en Chile, etc.
Es este foro, titulado “La Reconstrucción de la Identidad Común entre el Perú y Chile”, se reflexionó con preocupación sobre un futuro de incertidumbre para el mundo, en vistas de la disputa comercial entre Estados Unidos y la China, y la latente posibilidad de que esta pudiese generar graves crisis comerciales. Y es en tal sentido que la afirmación de que el Perú y Chile constituyen un bloque ante el mundo -e inclusive al interior de la Alianza del Pacífico, puesto que las agendas colombiana y mexicana son distintas- se abrió paso junto al imperativo de adoptar políticas comunes para afrontar los desafíos venideros: de allí los 54 puntos de la reciente Declaración de Santiago y los 13 de su Plan de Acción adjunto.
La educación está ausente
La temática educativa nos ha parecido la gran ausente en el reciente Gabinete Binacional. Que entre 2014 y 2016 se viniesen abajo nuestras relaciones bilaterales constituye expresión palpable de una percepción recíproca en la que permanecen los imaginarios del “Chile expansionista” y del “Perú irredento”. Por eso quiero insistir en una política de gestos para lograr la superación de dichas imágenes; como la devolución de los libros de la Biblioteca Nacional de Perú por parte de Chile y que aún no valoramos en su exacta dimensión, o convertir al monitor Huáscar, allí mismo en Talcahuano, en el primer museo binacional de la Guerra del Pacífico; tomando como modelo el museo análogo de la Primera Guerra Mundial, que inauguraron franceses y alemanes en 2017.
Al mismo tiempo, la escuela -ninguneada a pesar de formar a los ciudadanos del futuro- resulta fundamental si queremos forjar, en el corto o mediano plazo, generaciones de peruanos y chilenos que se conozcan no solo a través del relato de una guerra fratricida. Es en el aula donde podemos resaltar la Independencia del Perú, que se logró también con apoyo de Chile. Y es en los manuales de educación básica donde podemos colocar unidades didácticas binacionales para lograr que los estudiantes conozcan al otro país por su geografía, como la Amazonía del oriente peruano y los lagos del sur chileno.
Quiero quedarme con un concepto: a pesar de las voces nacionalistas, el Perú y Chile seguirán avanzando juntos porque necesitan hacerlo y sus clases dirigentes son conscientes de ello. Sin embargo, el trabajo de las percepciones recíprocas es fundamental para que quienes negocien la relación del mañana no partan, al conocerse, de una subjetividad negativa que es tan real como lo es nuestra común necesidad de asistir juntos al mundo del siglo XXI.
Twitter @parodirevoredo