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caudillismo o democracia, la disyuntiva del apra

APRA: ¿caudillismo o democracia?

Las urnas le han dicho al APRA que quieren otro caudillo, pero, al contrario, la historia del Perú le reclama la democracia que otrora la oligarquía y el ejército le impidieron construir

Publicado: 2016-05-01


Desde la transición española hasta la actualidad, el PSOE ha tenido 4 líderes: Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba y, actualmente, Pedro Sánchez. Ese es un Partido que ya superó la época de los caudillos y en el que la institución y su proyecto político están por encima de los personalismos.  

En el APRA la historia es distinta. Haya de la Torre, sin duda alguna, fue un líder positivo y moral que rigió medio siglo los destinos del país sin llegar a presidirlo, lo que no quita los elementos arcaicos de un liderazgo providencial, gestado como resultado de tres décadas de implacable persecución.

Así pues, para Hugo Neira, el APRA estaba destinada a ser el partido que incorporase el Perú a la democracia a través de la alternancia de líderes como Haya, Seoane, Sánchez, Cox y Prialé. Pero la misma oscuridad de las catacumbas hizo que la luminosidad de Víctor Raúl alcanzase el mesianismo, el que ejerció, paradójicamente, con el equilibrio y la humildad que la naturaleza le depara a los grandes hombres. En doble paradoja, todo ocurría en la cúspide de un partido cuya utopía no era otra más que la democracia, es decir, la igualdad.

A la muerte de Víctor Raúl, las disyuntivas del APRA fueron dos: qué tipo de liderazgo y quién lo ejercería. Pero medio siglo de Jefe único habían instalado a la fuerza una costumbre y entonces surgió Alan, cuya luminosidad no provino de ninguna catacumba sino de un carisma y un verbo a la medida de un país siempre a la espera de un rey, inca, presidente, dictador, de alguien que mande.

Hoy los tiempos han cambiado y, en simultáneo, no lo han hecho. El Perú, qué duda cabe, sigue siendo caudillista pero ya a pocos le importan el balcón y la palabra, los que han sido reemplazos por el show, la caminata, el asistencialismo directo y un constante contacto con las masas.

Pero el APRA, al nacer, no surgió para acomodarse a la realidad, sino para transformarla. Las urnas le han dicho que quieren otro caudillo, pero, al contrario, la historia del Perú le reclama la democracia que otrora la oligarquía y el ejército le impidieron construir. Se trata entonces de seguir el ejemplo del PSOE español y acabar para siempre con los caudillos providenciales. Eso es lo que espera el Perú del partido de la estrella.

Publicado hoy en Exitosa Diario

@parodirevoredo


Escrito por

Daniel Parodi Revoredo

Máster en Humanidades por la Universidad Carlos III de Madrid, Historiador Docente en U. de Lima y PUCP. Opiniones personales


Publicado en

Palabras Esdrújulas

PALABRAS ESDRUJULAS por Daniel Parodi