¿Por qué estar por los derechos de los gays es estar en contra de la familia?; yo he formado una linda familia con Carolina, mi pareja, con quien esperamos tener bebés pronto. Cuanta intolerancia caramba ¿cómo se puede negar lo que existe y siempre existió? Carolina y yo estamos a favor de la familia y también de los derechos civiles de los gays. Por cierto, nunca hemos escuchado a un gay expresarse en contra de la institución de la familia. 

La dicotomía planteada por el grupo conservador “parejas reales” parece cruel, maniquea y absolutamente infame. Hasta su nombre es ofensivo ¿acaso son artificiales o irreales las parejas gays? son parejas y punto.

Cuando he visto al Congreso Nacional rechazar la unión civil con representantes calificando a los gays de sodomitas, anormales, pecadores, entre otras barbaridades, he sentido mucha vergüenza por la impunidad con se pueda ofender a ciudadanos de nuestro país debido a su orientación sexual y sin ningún amparo legal. Ese congresista Rosas, en España, estaría empapelado de juicios por discriminación sexual y él sería discriminado por ser políticamente incorrecto.

Pasó lo mismo hace unas semanas con la cuestión del aborto ¡y hablábamos de aborto en casos de violación! ¡Qué vergüenza congresista Eguren!, ¡qué manera de quedar ante el país como un hombre completamente ignorante! y, en su ignorancia, ser capaz de ofender a las mujeres en lo que les es más íntimo y propio ¿nadie en su entorno lo mandó a callar? Bueno, es cierto que en nuestro país el ridículo suele ser políticamente rentable.

Sin duda, estamos un pasito por encima de los países árabes. Pero estos no separan política de religión, no tuvieron un Maquiavelo, por lo que su conservadurismo – al que me opongo militantemente- tiene algún mayor sustento filosófico-político. De allí que sólo me queda deducir que, en muchas cosas, estamos peor que aquellos lejanos países de oriente cuya cultura tiene también grandezas que admiro, basta evocar la Alhambra de Granada.

La buena noticia de la semana es que la Corte Suprema de los Estados Unidos de Norteamérica acaba de aprobar el matrimonio gay (no he dicho unión civil, he dicho matrimonio) y es para todos los estados de la Unión. A ver pues si del norte esta vez nos llueve algo bueno, o que el Papa Francisco le meta su buen coscorrón a quienes, en el Perú, no dejan de hablar sandeces.

Publicado hoy en Exitosa Diario

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