AUGUSTO ASCUEZ Y LA CANCIÓN CRIOLLA
Como homenaje a la Canción Criolla tengo el gusto de compartir con ustedes la conferencia del historiador Eligio Ronceros acerca de Augusto Ascuez Villanueva pronunciada ayer en la PUCP.
No quiero dejar pasar la oportunidad de congratularme de conocer a Eligio Ronceros, a pesarmi gran amigo y compadre, quien además de profesor, historiador y gran conocedor del criollismo, es rimense bajopontino y malambino por lo cual habla a través de su rica experiencia de vida.
DON AUGUSTO AZCUEZ VILLANUEVA, MALAMBO Y SU TIEMPO
Hablar de don Augusto Azcuez Villanueva es hablar de un ilustre personaje de la cultura criolla limeña, cuya estela ha trascendido su tiempo y cuya vida no puede desligarse del espacio socio-urbano que lo formó, el barrio de Malambo en “Abajo el Puente”.
En temas de cultura tradicional-popular, como el que estamos tratando, existen distintos enfoques, al calor de cuyos debates se van consolidando las expresiones acogidas en mayor consenso. Pero, debe quedar claro que don Augusto Azcuez Villanueva, junto a su hermano Elías Azcuez, bebieron directamente de la cultura viva del barrio de Malambo en “Abajo el Puente”, hoy distrito del Rímac, en los albores del siglo XX. Ahora bien, más que músicos profesionales, los hermanos Azcuez eran cantores populares surgidos de la clase obrera, maes-tros albañiles que según datos proporcionados por su hijo Pedro Azcuez, participaron en la construcción del actual Palacio de Gobierno. Ellos, como muchos otros técnicos y obreros de su época, tomaban sus guitarras “El Palisio Trinador” y llevaban sus voces para ir a cantar donde eran bienvenidos, y armar esas jaranas memorables que muchos escritores y cronistas desde Eudocio Carrera Vergara y Aurelio Collantes hasta Gonzalo Toledo y César Lévano han sabido reseñar.
Pero, ¿Qué era o es el Barrio de Malambo?
Comenzaremos por decir, que siempre se ha asociado al Barrio de Malambo con todo lo que es hoy la Avenida Francisco Pizarro y alrededores. Es sobre este aspecto, que habría que hacer algunas precisiones históricas:
Basándonos en el plano que levantó sobre Lima el viajero francés Amadeo Frezier en 1713, en el plano del inspector Escobedo sobre los cuarteles de Lima en 1767 y, en el plano de Lima de 1821 (utilizado como fuente por Juan Gunther en su libro "Planos y Calles de Lima), podemos afirmar que los nombres de las calles de la actual avenida Francisco Pizarro eran los siguientes:
Cuadra 1.- Acequia Alta de Abajo el Puente.
Cuadra 2.- Prevoste.
Cuadra 3.- San Francisco de Paula Viejo.
Cuadra 4.- Malambo.
Cuadra 5.- San Francisco de Paula Nuevo.
Cuadra 6 y 7.- Bao.
Cuadras 8, 9, 10 y 11.- Guía.
Lo que es actualmente la avenida Fco. Pizarro comenzaba en la Plazuela de San Lázaro (1er Leprosorio de Lima colonial) y terminaba en la plazuelita de la iglesia de Nuestra Señora de Guía (1er Leprosorio de Lima republicana). Por lo cual, los bajopontinos eran llamados antiguamente por la gente de Barrios Altos, con el apodo de "Carachosos".
Con respecto al término Malambo, ésta era la denominación que recibía sólo la cuadra 4 de Pizarro. Pero, este nombre con el tiempo se extendió a las cuadras 5, 6 y 7 de la avenida ya mencionada. Por lo cual, el barrio de Malambo como espacio urbano abarcaba 4 a 5 cuadras y sus alrededores.
Sobre el nombre de Malambo, es importante resaltar que este no tiene un origen africano, como es común creer; sino más bien, tiene un origen netamente americano y proviene de los árboles de Malambo que otrora, se extendían frondosos a lo largo de toda la avenida.
Al respecto, quiero mencionar que en la 1ra Relación de Indias del padre Fray Ramón Pané (1500), se hace constar la existencia de abundantes árboles de Malambo en Cuba, los cuales aún existen. También los cronistas hispanos, mencionan haber encontrado este tipo de árbol en toda la costa de la actual Cartagena de Indias en Colombia.
Pedro Cieza de León "El príncipe de los cronistas", menciona en su "Crónica del Perú" (1555) que los Malambos ya eran abundantes en la zona del arrabal de San Lázaro, que es el nombre con el que en sus inicios se le conoció a la zona que después sería Abajo el Puente.
Toda esta información documental, permite asegurar que el término Malambo es de origen americano y probablemente Taíno (etnia originaria de las Antillas). Pero, la creencia popular la imaginaba africana. Esto último, por la gran presencia de población de afrodescendiente desde el siglo XVI (F. Bowser, 1985) en los barrios de Abajo el Puente.
Malambo, como otros barrios que le eran aledaños en Abajo el Puente como Camaroneros, Limoncillo, Barraganes y las Cabezas fueron poblados durante la época colonial por Castas de mulatos, zambos, pardos, quinterones, cuarterones, tercerones y mestizos, quienes en los callejones, fondas, pulperías, chinganas y plazuelas de aquellos barrios, irían mezclando y cocinando diversos elementos culturales que darían origen a, la Zamacueca y posteriormente a la Marinera.
En este espacio urbano –léase, crisol de elementos culturales africanos, hispanos y yungas- y de bullente y constante mestizaje racial y cultural, es que nació un 7 de Octubre de 1892 don Augusto Azcuez Villanueva en la calle de “Camaroneros”, hijo de don Jorge Azcuez y de doña Victoria Villanueva.
Contemporáneo con el cambio de siglo, don Augusto perteneció a un ilustre linaje de cantores y músicos malambinos, siendo sobrino de 2 grandes cantores como Santiago Villanueva y Mateo Sancho Dávila.
En ese barrio de Malambo de quintas y callejones, acequias y arboledas se fue gestando el legado sonoro de una cultura criolla mestiza, auténtica y tradicional, que afortunadamente no se ha perdido en su totalidad. Este legado de Marineras Limeñas de Contrapunto, Resbalosas, Socavón, Agua'e Nieve, Zañas, Panalivios, Festejos, Valses, Polkas, Décimas y Amor Fino, se puede hoy en día oir y conocer, gracias a las pocas grabaciones que hicieron don Augusto, su hermano Elías y un ilustre grupo de cantores, músicos y jaranistas que acompañaron a los hermanos Azcuez y entre los que cabe mencionar a Francisco Florez “Pancho Caliente”, Arístides Ramírez, Manuel Quintana “Canario Negro”, Uldarico Espinel, Luciano Huambachano Temoche, José “Tato Guzmán”, Alejandro Arteaga “Agua Hervida”, Teodoro Ernesto Soto Agüero “Chino Soto” y el recientemente desaparecido Ricardo del Valle Barreda “Mil Quinientos”.
Desde las primeras décadas del siglo XX, don Augusto fue testigo de lo mejor de la tradición musical Malambina y supo abrigar en su memoria y en su corazón lo mejor de la creación de notables criollos como Braulio Sáncho Dávila, Alejandro Saéz León, Ceferino Vergara Nalvarte, Felix Loyola, Manuel Almenerio, Justo Arredondo y Andrés Rivadeneyra.
Más adelante, ya adulto don Augusto fue un verdadero relicario de lo mejor de la tradición criolla malambina y supo mantener el respeto por la autenticidad y propiedad de tan rico tesoro musical.
Pero, no se piense que esta tradición sólo estaba reservada para unos cuantos privilegiados. Pues, don Augusto y su notable corte de criollos, supieron trasmitir este conocimiento a quien lo merecía y prueba de ello es el maestro Wendor Salgado, hoy presente aquí.
Es muy justo resaltar, que el conocimiento que tenemos de la obra de don Augusto se debe en buena parte a las grabaciones, entrevistas y notas que le hizo desde los años 50, el doctor José Durand Flórez, ilustre catedrático sanmarquino y estudioso de la obra de Garcilaso de la Vega.
Finalmente, quisiera expresar que en lo que a la Marinera Limeña o Canto de Jarana se refiere, don Augusto Azcuez Villanueva es un personaje fundamental y trascendental, sin el cual, no podría estudiarse e historiarse con propiedad y precisión la “Jarana Limeña”.
Ahora, que estamos celebrando los 120 años de su nacimiento, vaya mi mayor homenaje a quien por su personalidad, su maestría y su don de gentes, es y será…”El Señor de la Jarana”.
Eligio Ronceros Espinoza.
Historiador y educador.